Por Clarin.com
26 Ago 2020
atilio
Memoria

La importancia de uno de los más formidables goleadores que dio el fútbol argentino

Es como un paisano viejo, retraído y más bueno que el pan. Apareció como una tromba. Fue como un hondazo disparado a través de la distancia, de su lejano Junín, pampa y cielo, que vino a reventar en medio del corazón del pueblo, que vive, que se agita y que sufre siguiendo los gloriosos colores de Nacional.

Esta imagen de Atilio García fue recogida de las páginas de La Historia del Club Nacional de Football, una edición de cuatro tomos editada en Montevideo, en 1950.

En la misma obra se señala que el club se divide en períodos: antes y después de Atilio (1899-1937 y 1938-1950).

Estos dos ejemplos sirven para demostrar la importancia de uno de los más formidables goleadores que dio el fútbol argentino, casi anónimo en nuestro país y de cuya muerte se cumplen hoy 25 años.

Atilio Ceferino García Pérez nació en Junín el 26 de agosto de 1914.

Comenzó jugando en el club Moreno, de donde lo rescató Platense. Actuó apenas siete partidos en Primera y señaló seis goles. Regresó a Junín y en 1937 lo contrató Boca. Pero en esa época los titulares eran Varallo, Benítez Cáceres y Cherro, nada menos.

A fines de 1937 la situación de Nacional era caótica (Peñarol lo goleó 4 a 0) y los dirigentes viajaron a Buenos Aires para contratar a un delantero. Boca les ofreció a Providente, pero se demoraron y fue vendido a Brasil.

Sin entusiasmo se llevaron a Atilio García a préstamo por un año.El 15 de enero de 1938, García debutó en el club que en sus colores -azul, blanco y rojo- recoge la bandera de José Artigas, el fundador de la nacionalidad uruguaya.

Esa vez le marcó dos goles a Chacarita en un amistoso e inició una campaña goleadora que todavía es récord en el Uruguay: hizo 464 goles en 435 partidos. Con Atilio García, Nacional inició un camino ascendente que culminó con la conquista de cinco títulos consecutivos (desde 1939 a 1943).

En ese llamado quinquenio de oro, en 1941 agregó otra hazaña: ganó los 20 partidos que disputó en el campeonato, algo que nunca se repitió. Y el 14 de diciembre goleó a Peñarol por 6 a 0, la mayor ventaja histórica en un clásico.

Pero tal vez el mayor mérito del juninense haya sido ser el verdugo de Peñarol. En 26 partidos, entre 1938 y 1950, le marcó 35 goles, con la particularidad de que ninguno fue de penal ni de tiro libre.

Atilio García fue ocho veces campeón con Nacional e idéntica cantidad goleador absoluto del Campeonato Uruguayo (desde 1938 a 1944 y en 1946). Jugó 12 partidos en la selección uruguaya y marcó 10 goles.

Pasó casi inadvertido en el fútbol argentino, pero se convirtió en uno de los mayores ídolos del Uruguay. Falleció en Montevideo, a los 59 años, el 12 de diciembre de 1973, hace un cuarto de siglo.

Clarín
12/12/1998

Foto: El Gráfico





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