Por decano.com
8 Set 2015
Guti

Es el actual técnico campeón uruguayo, y con ese título se marchó a dirigir al Al-Shabab del fútbol árabe a mediados del 2015. Lleva tres partidos disputados y tres victorias.

Álvaro Gutiérrez está dando sus primeros pasos en una zona del mundo donde los técnicos uruguayos han logrado una alta consideración.Tanto es así que, de los treinta y ocho planteles -incluidos los seleccionados- que se distribuyen entre Qatar y Arabia, seis son dirigidos por un cuerpo técnico uruguayo. En Qatar se encuentran Mauricio Larriera, Jorge Fosatti y Daniel Carreño, y en Arabia, además de Gutiérrez, Juan Jacinto Rodríguez y Jorge Da Silva.

Eran casi la diez de la noche en Arabia cuando iniciamos el diálogo con “Guti”. Recién llegado del entrenamiento -en Arabia se dividen las prácticas en doble horario, debido al intenso calor que predomina durante buena parte del día-, el técnico campeón uruguayo nos habló del buen inicio en las dos competencias que están afrontando: “Llevamos tres partidos y otras tantas victorias. Una por Copa y dos en la Liga Saudí. Clasificamos en la Copa y ganamos en la interna.” comienza diciendo Álvaro, y nos aclara que “existen básicamente tres torneos. Está la Liga Saudí, la Copa del Rey y la Copa del Príncipe de la Corona Saudí, que es la que estamos jugando, en la que intervienen equipos de primera y segunda división. Tiene un sistema de disputa por eliminación directa. El que gana sigue avanzando. Ganamos el primer encuentro y el viernes 11 nos enfrentamos a Al Wahda”.

La Liga Saudí está en su segunda fecha, y el equipo de Gutiérrez -Al Shabab- comparte la primera posición con Al Hilal y Al Itthiad. Cuando le preguntamos a “Guti” acerca de la importancia de cada torneo, no duda en asegurar que “la Liga es la más importante. Mi equipo culminó en la quinta posición en la pasada edición de la Liga, la idea es ubicarlo en la tercera posición este año. Hay dos o tres equipos que son los grandes de Arabia Saudí -Al Nassr, Al Hittihad y Al Hilal- , que tienen mayor presupuesto, pero la intención es entreverarnos en las primeras posiciones para poder clasificar directo a la Liga de Campeones de Asia”.

Una de las principales barreras con que se encuentran los extranjeros que llegan a Arabia, es el idioma. En una tarea como la de entrenador, en que es indispensable contar con una buena comunicación de ida y vuelta, también es imprescindible asegurarse el entendimiento. “Tenemos un traductor, pero también nos comunicamos en inglés o mediante señas” nos dice Gutiérrez, y agrega “cuando quiero comunicar un concepto más profundo, me tengo que valer del traductor, pero mayormente, manejando un poco de inglés y señas, logro hacerme entender”.

Nosotros tratamos siempre de romper el hielo y buscar momentos de distención. A la hora de trabajar, nos enseriamos.También recurrimos -como lo hacíamos en Nacional- a desafíos en forma de juegos. Eso los motiva y genera una competencia interna que, a la vez que los motiva, los divierte” continúa.

Al momento de plantear los partidos, Gutiérrez emplea un sistema táctico muy similar al que utilizaba en Nacional, a pesar de que, como señala el entrenador: “los jugadores tienen otras características. Acá encontrás más fácil los espacios, entre otras cosas porque los pisos son excelentes. Eso, sumado a la buena técnica que tienen los jugadores, te posibilita la tenencia de pelota”.

Escuchando a Gutiérrez hablar sobre las condiciones de los futbolistas árabes, cuesta creer la poca figuración internacional, tanto de sus jugadores como de sus clubes. Según Álvaro, eso se puede explicar debido a que “de momento, sus jugadores tienen poco roce internacional, sencillamente porque a muchos no les interesa. Acá se paga muy bien y es lógico que prefieran permanecer cerca de sus costumbres. Contrariamente a Sudamérica, donde la cultura futbolística está muy arraigada en la sociedad y tiene un perfil altamente competitivo, no es así en estos lares, que tienen una idiosincracia bastante diferente a la nuestra.Otro factor puede ser el climático. El calor es tan agobiante, que los niños no tienen posibilidad de estar todo el día jugando a la pelota como sucede en Uruguay, donde mamamos el fútbol desde la infancia. De todos modos, pienso que con el paso de los años, los árabes se irán arriesgando más y, dadas sus condiciones técnicas y su velocidad, lentamente comenzarán a trepar en la escala mundial”.

“Guti” definió al estilo de juego árabe como “un fútbol normal, de toque y velocidad”, y aclaró que “la gran diferencia con el nuestro puede estar en la presión. El clima también los condiciona para esto, el calor agobiante los va acostumbrando a practicar un estilo de juego con poca presión. El acostumbramiento a las condiciones contribuyen al fútbol que se practica en cada región. Es lo que nos pasa a los uruguayos. Tantos años de canchas malas nos forzaron a crear un estilo de juego que ahora, con el mejoramiento de los pisos, nos cuesta abandonar”.

El ex entrenador tricolor y los integrantes de su cuerpo técnico; los profesores Gabriel Gutiérrez y Marcelo Giarrusso, y su ayudante técnico Mario Picún, aún se encuentran solos en Arabia Saudita, a la espera de que les sean entregadas las residencia para así poder llevar a sus familias.

Todos el cuerpo técnico de Al Shabab, más los dos uruguayos que forman parte del equipo -Diego Arismendi y Mauricio Alfonso-, son bolsos, por lo que, como explica Gutiérrez: “tratamos de ver todos los partidos de Nacional, a veces se puede y otras no tenemos tanta suerte”. El actual técnico campeón uruguayo, asegura que “si sacamos un buen resultado en Colombia, cosa que, si bien entiendo que es difícil no es imposible, otra vez nos ponemos en carrera. Por lo que vi el equipo cuenta con muy buena base, se están manejando conceptos diferentes a los que impulsábamos el año pasado, pero hay un buen plantel muy bien manejado por Gustavo (Munúa), a quien conocemos perfectamente y no dudamos que tiene todo lo necesario como para salir campeón uruguayo”.

“Guti” se despidió enviándole un fuerte abrazo a la hinchada tricolor, a la que se siente fuertemente ligado y eternamente agradecido: “Sin Nacional, yo no estaría acá” aseguró.

Ernesto Flores

decano.com





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